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martes, 22 de diciembre de 2009

Cómo hacer sexo oral a un hombre



Aprende a superar tus inhibiciones con respecto al sexo oral, para poder encontrar una mayor realización y diversidad en tu vida sexual
Cuando le practicas sexo oral a un hombre, intenta algunas de estas variantes:
Lame el largo entero de su pene de arriba a abajo con la parte plana de tu lengua
Cuando su pene y tu lengua estén muy húmedos, desliza todo el pene dentro de tu garganta tanto como te sea posible (ayuda el respirar a través de tu nariz para hacer que la sensación de náuseas no ocurra)
Pasa la punta de tu lengua desde la base hasta la cabeza del pene, luego en el mismo movimiento, muévela en círculos por debajo del reborde de la corona (debajo del glande del pene)
Chasquea la punta de tu lengua de atrás hacia adelante sobre su frenillo (la pequeña hendidura debajo del reborde de la corona del glande)
Mientras tu boca se encuentra focalizada en lamer y chupar la cabeza, mueve tu mano de arriba a abajo el tronco de su pene para lograr la combinación de una masturbación y una chupada. Mantén un ritmo parejo para llevarlo al orgasmo
Sostén o masajea sus testículos con tu mano, o quita tu boca de su pene y lame sus testículos suavemente, y ponlos en tu boca
Si le gusta la estimulación anal, tócalo alrededor de su ano suavemente o desliza un dedo lubricado dentro de su ano
Practicarse sexo oral el uno al otro al mismo tiempo es profundamente gratificante y altamente erótico para algunas personas.
Esta posición, también conocido como la sesenta y nueve, le permite a una pareja excitarse al dar y recibir sexo oral al mismo tiempo. Pruébalo para disfrutar de una diversión sexy durante el sexo oral.
¡Atención!: Las secreciones vaginales y el semen puedes transportar enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el HIV, el virus que causa SIDA.
Para protegerte de las ellas utiliza un preservativo cuando le practiques sexo oral a un hombre, y usa un preservativo femenino o una envoltura de plástico cuando le practiques sexo oral a una mujer.

Posiciones sexuales para distintos tipos de cuerpos



Muchas veces, nuestros cuerpos parecen un impedimento para el goce pleno del sexo. El sobrepeso, las diferencias de talla entre los amantes, y la falta de flexibilidad pueden estropear hasta el encuentro más deseado. Aquí van algunos consejos para cada uno de estos problemas...
Posiciones para hacer el amor... fuere cual fuere tu cuerpo
Si lo piensas un poco, notarás que el sexo es una cosa sorprendente. Tenemos a dos personas entrelazándose en la búsqueda de la liberación de tensiones, a través de movimientos de entrada y salida, que a veces pueden ser vigorosos y otras veces más sutiles.
Si le agregas a esto el plano mental del asunto –con todas las posibilidades que éste ofrece-, el abanico de distintas tallas, pesos y grados de flexibilidad –sin traspasar los límites físicos o las leyes físicas-, nos encontramos con que es asombroso lo que el cuerpo humano puede hacer en la búsqueda de esta liberación.
El buen sexo va mucho más allá de los cuerpos. Tiene que ver con la personalidad, la individualidad y la unicidad. Tu estado físico, peso y flexibilidad son factores que, según tus creencias, podrían limitar tu accionar sexual.
Esta es una lista con las posiciones sexuales que hacen al buen sexo, y de las que no debes privarte aunque tengas unos kilos o unos centímetros por sobre la normal, o aunque no seas la persona más flexible del mundo.
Peso
Puede haber algo de embarazoso en esos kilitos de más, que pueden ser causa de un decrecimiento del rendimiento sexual y de una sensibilidad exacerbada cuando la paranoia y el juicio de los demás comienzan a torturar las cabezas perturbadas.
Y si lo vemos de este modo: ¿Por qué no perder algo de peso a través de una actividad sexual activa y vigorosa? Mientras más oxígeno consumas, más serán las calorías que vuelen de tu cuerpo. Suspira y gime tanto como puedas, y tus calorías comenzarán a desaparecer.
• Dibujo mecánico
Si ambos amantes tienen sobrepeso, intenta lo siguiente: deja que la mujer se recueste plana sobre su espalda y abre sus muslos. El hombre se recuesta con sus caderas por debajo de los muslos arqueados. Así sus barriguitas tendrán espacio para respirar, y aún estarán en una gran conexión a través de sus partes más felices.
• Posición simétrica
Para el hombre de peso normal y la mujer deliciosamente voluptuosa: deja que tu mujer se recueste de costado y luego lleva su pierna superior hacia su pecho, o tan lejos como ésta pueda llegar. Deslízate por detrás de ella y abórdala por la retaguardia, con tus rodillas sobre cada lado de su pierna de abajo. Puedes controlar el ritmo sosteniéndote de su pierna superior.
• Una visión desde atrás
Esta posición puede ser practicada por uno o ambos amantes con sobrepeso. Para decirlo en pocas palabras, se trata del conocido y adorado “perrito”. Todos conocen esta posición. Lo importante que debes tener en cuenta es tener todas tus partes alineadas y dentro del área deseada.
El hombre puede reposar su panza sobre el trasero de la mujer, permitiéndose así penetrar completamente a su pareja sin el estorbo de esta carga. Mientras ambos disfrutan de la posición, ella puede mantener sus brazos erguidos sobre la cama, dependiendo de su peso, o puede aflojarlos y recostar la mitad de su cuerpo sobre la cama al tiempo que mantiene la posición de las piernas.
Si lo deseas, puedes salirte y propinarle unos deliciosos besos en esos carnosos labios. Ahh, no te olvides de besarla en la boca también...
Talla
Ya sea que el hombre quede con los hombros y la cabeza más allá de la totalidad de la mujer, o que su cabeza quede inmersa en sus pechos, las diferencias de talla tienen el potencial de desafiar nuestra astucia a la hora del sexo.
Cucharita
Una gran posición para los amantes es la técnica de la cucharita. Es abrasadora y romántica. La talla no importa aquí, y los amantes podrán olvidarse de sus diferencias de altura y entregarse a la lujuria del acto sexual. Sólo tienes que recostarte de costado por detrás y entrarle por la retaguardia.
Esta posición es ideal para llenar de besos su espalda, y masajear los pezones y el clítoris con las manos libres. Para una penetración más profunda, ambos pueden recostarse en ángulos opuestos de 45 grados donde el ápice oficie de conexión entre ambos (parecido a una V).
Jinete invertido
Esta posición te ofrece una penetración completa y profunda. Deja que tu chica te monte mirando hacia tus pies y disfruta de la visión de su cola mientras acaricias esas hermosas nalgas. Las diferencias de talla quedarán fuera de juego mientras te pierdes en el hermoso espectáculo que tu chica te ofrece.
El desprecio
¿Extrañas el contacto ocular? ¿Los besos? ¿Y la fricción corporal completa? Aquí va una posición que ubicará sus cuerpos en forma verticalmente opuesta, y cercana a la altura de los ojos.
Enderézate o reclínate ligeramente. Deja que ella te monte mientras tú la haces subir y bajar. Mécela con dulzura y bésala fervientemente. Tus manos están libres para hacer lo que quieran.
Flexibilidad
No estamos hablando de movimientos propios de un contorsionista profesional, sino de aquellos al alcance de toda persona normal. Aquí van:
Hombre en cuclillas
La mujer no debería experimentar problemas de flexibilidad, ya que se recuesta sobre su espalda y la arquea en forma de U. El hombre está de rodillas, con su espalda un poco inclinada, y entra y aborda a la mujer, ubicando las piernas de ésta tan lejos de su pecho como sea posible.
Algunas mujeres podrán descansar sus rodillas sobre los hombros de su contraparte, dejando un ángulo de penetración muy franco y profundo. Experimenta para ver cuán confortable lo encuentra ella.
• Trapecio volador
El hombre se sienta con la espalda derecha, las piernas abiertas en forma de V y ligeramente reclinadas, mientras la mujer desciende hacia él. Sus piernas se inclinan hacia el hombre. Sujetándola de las muñecas, el hombre la sostiene firmemente mientras ella se relaja hacia atrás casi tocando el suelo. Rítmicamente, empújala hacia ti, para crear la sensación de fricción.
Confort en control
Si te gusta tener el control de la situación y tu amante prefiere ser ligeramente dominada, tómala por detrás haciendo un giro inesperado. Ubícala en el borde de la cama. Ponla de rodillas y empújala hacia debajo de modo que su cara quede contra las sábanas y su parte trasera se mantenga levantada.
Penétrala lentamente y arrastra sus brazos hacia atrás. Ordénale que se sujete de tus muñecas o antebrazos, mientras las sostienes con firmeza. Adquiere un ritmo veloz o, si prefieres, penétrala en forma violenta.
Nota de precaución: no debes sobrepasar el punto de la comodidad de tu pareja. No trates de forzar sus brazos o piernas, más de lo que normalmente harías. Si ves algo de disgusto en su cara, cesa inmediatamente y procede en forma más apacible. Recuerda que ambos deben disfrutar por igual.
No es el tamaño, sino cómo lo uses...
Esta selección de posiciones no es, en absoluto,´"el" recurso para que hombres y mujeres con sobrepeso, diferencias de talla, o problemas de flexibilidad consigan el placer sexual. Simplemente es un punto de partida.
Principalmente, el disfrutar de la otra persona y el cumplimentar los deseos de ambas partes son la forma más saludable de tener buen sexo.

Juegos sexuales: seguros o inseguros?...



Los juegos sexuales pueden contagiarnos diferentes enfermedades, por ello es mejor prevenirse e informarse acerca de lo que hacemos con nuestras parejas. Aquí le mostramos cuáles son los juegos más o menos seguros.
Cualquier persona puede padecer alguna enfermedad de transmisión sexual en estos días. Por eso saber con quién se está teniendo relaciones y conociendo los riesgos de cada relación se estrecha la posibilidad de contraer enfermedades. Además es importante saber qué prácticas sexuales son más o menos riesgosas.
Pero como todos sabemos, los seres humanos necesitan tener relaciones sexuales con sus pares. Aquí le explicamos cuáles son las maneras más y menos seguras para los juegos sexuales:
Totalmente seguro: Masajes, abrazos, masturbación simultánea (tocándose sus propios genitales), besos sin intercambio de saliva, hablar de sexo sin tapujos de manera excitada, practicando el voyerismo, bailes provocadores, sexo por teléfono, cibersexo, utilización de juguetes sexuales (si se comparten, asegurarse cambiar el preservativo entre cada uso) y bañarse juntos sin que haya intercambio de fluidos.
Bastante Seguro: Beso francés, acto sexual (vaginal o anal) con preservativo, sexo manual con guantes, sexo oral (cunnilingus) con protección bucal u otro tipo de barrera, fellatio con preservativo, sexo anal con preservativo y cualquier penetración de los dedos (vaginal o anal) con preservativo o guantes.
Algo inseguro: Sexo oral (cunnilingus) sin protección, cualquier penetración de los dedos (vaginal o anal) sin guantes de látex o condones, fellatio sin condón, compartir juguetes sexuales sin limpiarlos o sin cambiar los preservativos entre usos, cualquier penetración de los dedos sin guantes, sexo anal sin protección y eyaculaciones sobre la otra persona.
Totalmente inseguro: Es considerado inseguro son cualquier acto sexual (vaginal o anal) sin preservativo, cualquier actividad que haría que una persona sangre y el cunnilingus durante la menstruación sin condón.
¿Es usted una persona sexualmente activa que tiene relaciones con varias personas? ¿Se involucra en muchas de estas actividades? ¿Le ha preguntado a su compañero (s) si el/ella no padece de ninguna enfermedad de transmisión sexual? ¿Su compañero (s) esta libre de cualquier enfermedad de transmisión sexual?
Si contestara "Sí" a las dos últimas preguntas, entonces está en la buena senda. Si contestara "No" a cualquiera de las dos últimas preguntas, entonces mejor comience a practicar todas los juegos sexuales totalmente seguros hasta que averigüe aquellas respuestas.
Hay demasiadas personas infectadas por algún tipo de enfermedad de transmisión sexual. Si usted está sano, entonces haga todo lo posible por seguir estándolo. No hay placer sexual que justifique vivir con miedo o vivir con el dolor de padecer una enfermedad de transmisión sexual.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Adictos al sexo?



El sexo y el amor pueden ser una de las cosas más gratificantes de la vida, siempre y cuando no se conviertan en una obsesión que afecte otros aspectos de nuestra existencia.
Pedro (no es su nombre verdadero) no podía entender por qué la gente desea ser monógama. Como divorciado de 47 años que trabajaba como camarero part-time, había tenido sexo con cuantas mujeres y hombres quiso.
Sin embargo, se enamoró de una mujer y comenzó a salir, y él estaba siempre celoso de cualquier persona que se le acercara a ella. Constantemente quería estar enterado de dónde y con quién estaba ella. Pero sin importar qué pasara con su novia, por dentro se sentía vacío. Fue entonces cuando comprendió que algo estaba realmente mal en su vida.
En la urgencia por encontrar un terapeuta que lo trataba por su depresión, Pedro fue a una reunión de Adicto Anónimos al Sexo y al Amor. "Pensaba que me iba a encontrar con “viejos verdes", afirmó. Lo que encontró, sin embargo, fue una comunidad que entendía a la gente con similares problemas, compuesta por un grupo de diversas personas, donde se podía encontrar carpinteros, ancianos de 75 años, mujeres de 50, amas de casa, profesionales, gays, judíos, católicos, etc.
Creado en base al programa de 12 pasos de Alcohólicos Anónimos, los organizadores de este grupo han efectuado cerca de 1.200 reuniones alrededor del mundo. Actualmente, en su 25º año, la institución se conforma por un puñado de organizaciones no lucrativas dedicadas a ayudar a las personas a recuperarse de su adicción al sexo y al amor.
"He vuelto a ser una persona", se sincera Juan, después de años de permanecer como miembro de este programa. "Antes, vivía siempre ocultando, guardando secretos. Ahora puedo ser más abierto y sensible".
¿Un problema del cerebro?
En otro grupo de recuperación, Sexahólicos Anónimos, observan que a veces los hijos de familias quebradas, que viven en ambientes muy complejos, pueden llegara ser adultos a los que les cuesta distinguir qué es aceptable y qué no. El problema puede empeorarse por la gran cantidad de imágenes sexuales que emiten hoy en día los medios de comunicación.
Pedro cree que la gente suele tomar este camino como un escape. En su caso, actuaba teniendo múltiples parejas para el sexo, y, en última instancia, obsesionándose por una mujer que era emocionalmente inaccesible para él. Otros descarrilan sus vidas masturbándose con frecuencia (a veces tanto como cuatro o cinco veces por día), teniendo fantasías inadecuadas, teniendo aventuras extramaritales, visitando continuamente sitios pornográficos en Internet, o lastimándose sexualmente con diversos objetos.
Los expertos afirman que aún no se conocen las causas que originan los problemas relacionados con el sexo, al igual que sucede con las investigaciones sobre cómo la gente se hace adicta a las drogas.
Sin embargo, los investigadores están comenzando a creer que esto tiene algo que ver con cómo el cerebro procesa los impulsos y las gratificaciones.
Tratando las obsesiones
No está claro cómo incluir a la adicción sexuales dentro de las enfermedades mentales. Debido a esto, muchos especialistas prefieren llamar a este desorden "problemática de hipersexualidad" antes que "adicción al sexo".
Señalan que muchos de los problemas en los cuales el cerebro se obsesiona con una determinada actividad –sea sexo, drogas, o alcohol- tienden a ocurrir conjuntamente.
Los investigadores se encuentran actualmente estudiando medicaciones que podrían ayudar a tratar esta adicción al amor y al sexo. Para el primer momento, se emplea la psicoterapia y todas las técnicas usualmente instrumentadas para tratar otras adicciones, pensamientos, o acciones sexuales que pueden interferir con la vida normal de una persona. Esto puede implicar prescribir medicamentos para tratar los problemas que van junto con estas situaciones, como la depresión o la ansiedad.
El programa de doce pasos se implementa junto con reuniones en donde se comparten historias que proporcionan una cierta tranquilidad frente a las preocupaciones. La idea es que hay muchas personas que están intentando solucionar los mismos tipos de problemas.
Según Pedro, su salvación llegó gracias a estar en compañía de gente cuyas vidas también habían estado fuera de control, pero que no obstante pudieron sobreponerse a los problemas.
¿Necesita ayuda?
En su página de Internet, el grupo de Compulsivos Sexuales Anónimos tiene una lista que incluye algunas características en común que poseen sus miembros:
• Utilizan el sexo compulsivo como droga, para escaparse de las sensaciones de ansiedad, soledad, enojo, y odio a sí mismo, así como para sentir alegría.
• Se inmovilizan por obsesiones románticas. Durante el lapso en el que se vuelven adictos al sexo y al amor, descuidan sus vidas.
• Intentan traer intensidad y entusiasmo a sus vidas a través del sexo, pero se sienten cada vez más vacíos.
• Incluso cuando consiguen el amor de otra persona, nunca les parece bastante, y no pueden frenar su atracción sexual por otras personas.
• Intentan encubrir sus demandas de dependencia, estando cada vez más aislados de sí mismos, de sus valores, y de la misma gente de la que desean estar cerca.
Para aquellos que todavía estén inseguros sobre si tienen o no un problema de adicción al sexo y al amor, el grupo de Adictos Anónimos al Sexo y al Amor han elaborado un formulario de 40 preguntas para auto examinarse. Entre ellas, se incluyen:
• ¿Ha intentado controlar siempre cuánto sexo tener, o con qué periodicidad vería a alguien?
• ¿Esta siempre dispuesto para el sexo y/o el romance? ¿Sus fantasías se estrellan con la realidad?
• ¿Cree que el sexo y/o una relación harán su vida más soportable?
• ¿Ha perdido la cuenta del número de parejas sexuales que ha tenido en su vida?
• ¿Ha tenido o tiene una relación seria que está amenazada o ya se ha destruido debido a un affaire?
• ¿Le cuesta concentrarse en otras cuestiones de su vida, debido a pensamientos o sensaciones sobre otra persona o sobre el sexo?
Si la respuesta a la mayoría de las preguntas es afirmativa, debería reconsiderar su situación. Comenzar por ver a un especialista, sería un buen primer paso.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Lo que ellas nunca dicen sobre el sexo anal


Que si a las mujeres nos gusta el sexo anal? Y la respuesta es sí, pero depende cómo y con quién.
Bueno, hay dos mil tabúes alrededor de éste, y al inicio hay temor, duda; más tarde viene el dolor; pero después es el placer más intenso que mujer alguna haya experimentado.Luego, sucede como en el vaginal: uno va buscando sus propias formas para llegar al placer a través de esta práctica, con diversas posiciones, diversos juegos y maneras distintas de complacerse y complacer al otro. Creo que pasa igual con todas las mujeres a las que nos gusta. Somos en cierta manera un poco más libres sexualmente hablando.

Despierta cierta contradicción femenina entre el sometimiento, la fragilidad, pero también el lado salvaje inherente a toda mujer. Claro, como todas mis congéneres que pueden identificarse en este espacio, he tenido experiencias desastrosas, pero también otras dignas de un premio a la mejor entrada por la puerta de atrás.

Yo puedo decir que uno de mis orgasmos más intensos, lo he tenido a través del sexo anal, montada sobre el mientras mi clítoris rozaba su pubis y él tocaba a mi vagina.
Esto no significa que aquellas mujeres que no lo tengan, no lo hayan tenido o no lo piensen tener nunca, no sean dueñas de una vida sexual placentera y feliz. Y son muy respetables las razones de cada uno y una para hacerlo o no. Pero cruzar esa barrera sicológica y física que va del sexo vaginal al anal (con apenas una delgada membrana de diferencia), es ya un gran salto en la vida sexual de una pareja.

Conforme más se lleva a la cama el sexo anal o griego (tengo que visitar Grecia un día de estos para comprobar el por qué de la fama), lo "sucio" de esta práctica tan vilipendiada va desapareciendo. Y a los hombres les encanta, claro está. Ni para qué dudarlo, sólo basta que lo prueben una vez para no quitarlo de su cabeza jamás. Ya se sabe que el esfínter estrecho y las cerraduras pequeñas son las predilectas de los varones. A ellos les encantará que a su chica le guste experimentar con estas diferentes formas de placer. Pero hay que hacerlo siempre porque se quiere y nunca por obligación.

Blanca, mi amiga cuya vida sexual es todo menos nívea, es una gran adicta a éste. Y me ha confesado que hoy prefiere el sexo anal al vaginal (cuando de tener sensaciones intensas se trata), y que sólo le gusta éste último para proveerse de un orgasmo más bien clitoridiano y para lubricarse un poco. Pero lo suyo, lo suyo, lo suyo... Su ciudad favorita es, definitivamente, Detroit.

Si de intensidad y wild sex se trata, ella siempre preferirá el sexo griego. En cambio, tengo otras amigas (la mayoría) que ni por error lo harían o han tenido experiencias realmente traumáticas con éste.

Una tuvo que ir al terapeuta para quitar de su memoria el recuerdo de la única vez que sucedió. Miles de pesos le costó olvidar el numerito hasta que por lo ardiente de sus pláticas para el encargado de su salud mental, me imagino yo, terminó teniendo una relación amorosa y totalmente antiética con él. Tal vez él, tan acomedido, quiso quitarle el mal sabor de boca a la pobre de Constanza. Pero bueno, ésa es otra historia.

Recientemente me enteré de que en Estados Unidos hay una moda entre los jóvenes que hoy utilizan unas pulseras de goma de colores (como las que se usaban en los años 80) para hacerle saber a los chicos, en una fiesta por ejemplo, cuál es el tipo de práctica sexual que prefieren. Les llaman "sex bracelets": azul (oral), blanco (beso francés), verde (cunnilingus), rojo (sin preservativo), fluorescente (sexo con juguetes), negra (sexo completo) y morado (anal). Así que si ven a una mujer con decenas de pulseritas de gel multicolores, no es que se haya quedado atrapada en los 80, sino que vaya por Dios, le gusta de todo. Y yo pensaré en comprarme muchas moradas.

El caso es que siempre he pensado que las mujeres que han tenido malas experiencias con el sexo griego, es más bien porque lo han tenido con hombres poco conocedores y poseedores de poco tacto, que sumado al nerviosismo femenino y a la poca excitación, pueden hacer del sexo anal una experiencia verdaderamente terrorífica.

Ahí es donde entran todas las recomendaciones posibles. Porque sí, el sexo anal es placentero, provoca orgasmos todavía más intensos que los vaginales y además si se practica con seguridad y limpieza puede llegar a ser el favorito. Sólo que en el sexo anal, como en todo, hay que comenzar a caminar, antes de correr para que después no haya quien te aguante el paso porque, contrario a lo que pudiera pensarse, la experiencia anal no es tan dolorosa, si se practica correctamente.

Puedo decir también que si alguien ha tenido una mala experiencia alguna vez con el sexo griego, no quiere decir que siempre vaya a ser así. Tal vez influyeron muchas cosas: el momento, la excitación, el tiempo, el deseo o la falta de confianza. Por eso, insto a las mujeres del mundo a que no repriman ese deseo y prueben nuevamente o lo prueben por primera vez. A ellos les encantará, pero créanme, a ustedes mujeres más. Se trata de gozarlo y no de sufrirlo. Claro está, no es una práctica casual y hay que conocer perfectamente ala pareja para llevarla a cabo y lograr placer sin límites.

Recomendaciones para tener en cuenta:

La seguridad es lo principal. El sexo anal deberá ser siempre con preservativo, debido a que el intercambio de fluidos también existe y es más posible que puedan ocurrir desgarres y pequeños sangrados que puedan contagiar de Enfermedades de Transmisión Sexual y sobre todo de VIH. Aunque con una pareja estable, y previos exámenes de salud, el sexo anal sin preservativo es siempre delicioso.

La estimulación es básica también. Una mujer nerviosa, poco excitada, en una situación de estrés, cerrará su esfínter al grado de que ni el aire pueda acceder a sus más oscuros secretos. Por eso hay hombres que son amantes de practicar el "rimming", "anilingus" o estimulación oral-anal (para llevar a cabo esta práctica hay que tener suma limpieza previa y usar una barrera de látex).

También, la ayuda de los dedos en esta práctica será fundamental. Para ello puedes utilizar un dedal de látex y con suficiente lubricante en él comenzar a tocar la zona para que el esfínter muscular no ofrezca resistencia y se relaje.
Como es una zona con muchas terminales nerviosas el mínimo contacto dará sensaciones diferentes a la mujer, pero a diferencia de la vagina, esta zona no se lubrica por sí misma, por eso hay que utilizar suficiente lubricante (en las sex shops venden muchos que son especial para el sexo griego: más espesos y de mayor duración).

La penetración deberá ser lenta al inicio, después de una suficiente estimulación anal y también vaginal y en un momento de alta excitación. Ella estará lista para eso, sin embargo, no esperamos que nos preguntes: Querida, te molestaría si... No, hay que comenzar a tocar y de acuerdo con las reacciones de ella, entonces sabrás si puede quererlo o no. Suave y lento al inicio es la clave. Es en esta parte donde viene el primer dolor para ella, sin embargo, cuando el esfínter se dilata, al cabo de unos segundos, el dolor desaparece para dar lugar al placer y a las nuevas sensaciones. Si es muy doloroso para ella, entonces habrá que retirarse, lubricar o erotizar más.
Si comienza a ser placentero (siempre estará acompañado de una pequeña dosis de dolor) entonces tal vez podrías comenzar a incrementar el ritmo y la rapidez. Y entonces pueden innovar con cuantas posiciones sexuales les apetezca. Una vez que se ha dilatado, todo será más fácil y menos doloroso. Incluso el sexo anal salvaje puede llegar a ser realmente excitante para una chica a quien de inicio le parecía doloroso. Pero esta pauta la dará ella. Es correcto que por ahí él pregunte si ella está bien, preguntándole de manera sexy y erótica, si lo que hace le gusta.

Otro punto importante es que nunca debe penetrarse la vagina luego del ano, debido a que puede haber riesgo de contaminar la vagina con flora bacteriana proveniente del recto. En este caso es mejor cambiar el preservativo o lavar el pene.Como en todo, también puede haber pequeños accidentes en esta práctica, y son muy comunes. Que ninguno de los dos se avergüence. Ya que esto está hecho para dejar salir y no para dejar entrar, por eso es natural, pero para evitarlo en la medida de lo posible lo mejor es hacerse un enema anal unas dos horas antes o lavar el área con agua caliente y un poco de jabón no irritante antes de iniciar el coito, esto porque además el agua tibia puede ayudar a que la zona se relaje. Sin embargo, con buena limpieza, seguridad y precaución el sexo anal puede ser una de las mejores experiencias para ella y una fantasía realmente húmeda y cumplida para él.

Para mí es como una analogía con los actores de teatro o los músicos: tienes nervios y un poco de temor antes de salir a escena así lo hayas hecho cien veces, y siempre será doloroso al inicio, pero una vez que estás sobre las tablas lo disfrutas con enorme placer, no quieres salirte nunca de allí y quieres repetir una y otra y otra vez.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Fantasías sexuales: Erotismo real



¿Qué son las fantasías?
Ficciones creadas por nuestra mente en forma consciente. Llana y concreta, así es la definición de la fantasía, uno de los rasgos humanos más artificiosos y abstractos. La capacidad de emplear palabras, símbolos y recuerdos dirigidos a fomentar las fantasías surge en la infancia; y desde entonces, en menor o mayor medida según las fomentemos, las fantasías nos acompañarán el resto de nuestra vida.
La fantasía es el medio por el cual los niños dominan al mundo, de la misma forma como los amantes tornan en erotismo una mera relación carnal. En las fantasías se pueden manipular, invertir, modificar o mejorar cualidades; se puede acceder a lo que no ocurriría en la vida real, lo cual las convierte en excelentes herramientas para lograr la plenitud sexual.

El origen de las fantasías sexuales
A partir de la niñez, la mayoría de la gente tiene fantasías sexuales que cumplen una variedad de funciones y que generan un amplio abanico de respuestas. Sin embargo, como generalmente los adultos no pueden recordar sus preocupaciones infantiles respecto a la sexualidad, prefieren creer que los niños son incapaces de tener de tales pensamientos. No obstante, es preciso recordar que somos seres sexuados aún antes del nacimiento y que, tanto el comportamiento como el pensamiento sexuales están implícitos en nuestros genes. Por ende, el negar o reprimir la respuesta sexual en los infantes, es fragmentarles la vida.
Al respecto, Freud construyó una teoría bastante exitosa; él opinaba que el origen de las fantasías sexuales estaba fincado, entre otras cosas porque la sexualidad es una función muy frustrante, ya que los deseos sexuales aparecen en la niñez, pero su satisfacción llega hasta la adolescencia.
Independientemente de si esta teoría es acertada o no, o de los motivos por los cuales se origina esta práctica, es importante reconocer que el fantaseo sexual puede llegar a ser una fuente de placer por sí mismo. Una actividad auto erótica que vale la pena explorar.

¿Cuál es la función de las fantasías sexuales?
Fuente de excitación. Recurrir a una fantasía es uno de los trucos más utilizados si de generar excitación se trata. Ya sea como preámbulo para enzarzarse en el jugueteo sexual, o como detonador del orgasmo, es pues, un excelente auxiliar en amantes deseosos del non plus ultra del placer sexual.
Además de contrarrestar la monotonía, también en su papel de cirujano plástico sin bisturí, la evocación erótica nos provee de los atributos físicos que siempre hemos deseado, terminando así con los complejos y frustraciones.
Sexualidad sin peligro. Dejando de lado que por medio de la imaginación nadie ha contraído una Infección de Transmisión Sexual, podemos agregar que es un medio totalmente seguro para aquellos fanáticos de la fobofilia (placer en las situaciones de peligro o miedo).
Evita riesgos. Si se tiene en cuenta que casi todas las fantasías sexuales presuponen personajes o situaciones "moralmente impropias o ilegales", en la vida real se pone de manifiesto la importancia del factor riesgo, afortunadamente sorteado por la imaginación.
Válvula de escape a sentimientos reprimidos. Una vía efectiva para descargar tensiones o necesidades internas. Todas las prohibiciones pueden ser sorteadas mediante la imaginación. Es precisamente en la ficción donde podemos llevar a cabo todas las prohibiciones de la vida real sin sufrir del escamio social.

¿Y qué fantasea la gente?

En gustos se rompe el género y las fantasías de cada individuo van en relación al marco vivencial de cada persona, sin embargo existen algunos tipos de fantasías sexuales comunes y entre ellos se encuentran:
1. La experimentación. Visualizar situaciones que nunca han sido probadas en la vida real. Formas absolutamente insólitas de actividad sexual: zoofilia, necrofilia, incesto, etc.
2. Dominio. Mantener bajo control a la pareja sexual ya sea a través de la coerción o por el influjo de las cualidades. Algunas variantes de esta modalidad son el sadismo y el masoquismo.
3. Cambio de pareja. Sin duda una de las fantasías más corrientes, pero también de la que más sentimientos de culpa desemboca, pues fantasear con una pareja distinta cuando se hace el amor con el cónyuge o con el compañero habitual causa mucho pesar. Lo mejor es desechar tales sentimientos, pues es muy probable que tu otra mitad haya tenido idénticos pensamientos.
4. Sexualidad en grupo. La visualización de orgías a la participación hetero y bisexual se contempla en esta fantasía. Un dato curioso es que muchos de los asiduos a esta evocación están dispuestos a llevarlas a la práctica.
5. Relaciones a primera vista. Esto tiene mucho que ver con el ideal del amor que siempre nos han manejado medios masivos, en donde todas las cualidades de las parejas perfectas, difícilmente recaen en un ser de carne y hueso, por ello resulta mucho más sencillo a manera de Frankenstein, construir un ideal aunque sea sólo imaginario.
6. Escoptofilia. Los mirones no están descartados en las fantasías sexuales más recurrentes. Casados, descasados, viudos, dejados, chicos y grandes la asumen como su preferida.
7. Violación. Sin duda una de las que más controversia causa, por aquello de que si lo evoca es que lo desea, pero esta interpretación es equivocada. De alguna manera esta fantasía confirma a la mujer su papel pasivo en la relación sexual.

El hecho de que una persona emplee una fantasía sexual no presume necesariamente que desee llevarla a la práctica. En gran número de ocasiones las fantasías se oponen a las creencias y escala de valores de quien las evoca pero como lo único que compromete es la imaginación se las acepta.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Enamoramiento infantil :Un pequeño gran amor



La primera vez que sorprendí a mi sobrino Thomas redactando una carta de amor, con una falta ortográfica en cada palabra, para una compañera de clase, recordé su carita cuando a los tres años estaba enamorado de una vecina, quien con sus cuatro años más de experiencia en la vida le manipulaba haciendo que le empujara el triciclo. Ni hablar el "enano" estaba enamorado. Entonces entendí que ese niño sería un enamoradizo.
Conclusión: el enamoramiento infantil existe; pero para no dejarlo en el anecdotario familiar es mejor que alguien quien trabaja con niños nos dé información sobre este tema, por ello contactamos con Lucía Jiménez Toronjo, psicóloga del Instituto Clínico de Sexología de Barcelona.

La primera pregunta obligada es -aunque ya lo había confirmado líneas arriba- ¿el enamoramiento infantil existe?
Sí. Entendiéndose al enamoramiento como un vínculo afectivo con otra persona de su misma edad generalmente y los niños se enamoran más al iniciar la socialización, cuando van a la escuela, entonces escuchamos que el niño dice que tiene novia o que le gusta alguien de su clase.

¿Cómo es el comportamiento de un niño enamorado?
Algunos autores manejan que el comportamiento es igual que en una persona adulta, dejan de comer, no tienen concentración, etc. Lo que yo he observado al trabajar con ellos es que quieren estar cerca de esa persona. Sin embargo es importante mencionar que cada niño es único e irrepetible, fruto de su desarrollo bio-psico-social, por lo que su comportamiento deberá tener características muy particulares de cada uno.
Además el niño tiende a imitar lo que ve a su alrededor, es decir, hablará de casarse y tener hijos porque eso ve en su entorno social. Tendrá novio, etc., sin embargo en otras culturas el comportamiento será dependiendo del cómo vean a los adultos que se relacionan, así van aprendiendo socialmente a relacionarse.

¿Los padres deben preocuparse al ver a sus hijos enamorados?
Por supuesto que no, el enamoramiento es "normal", por decir algo, es un proceso que se puede presentar en cualquier momento de nuestra vida, es parte de nuestro ser sexual. Igual te enamoras en la infancia o cuando eres una persona adulta.

¿Algunos padres reprimen a los niños y les dicen que ellos no se pueden enamorar "que no pueden tener novia porque están muy chiquitos", eso le puede causar algún problema posterior al pequeño?
Cuando se les dice que "no" se crean confusiones y sentimientos negativos que se arrastran a la adolescencia o bien toda la vida porque se está reprimiendo su desarrollo. Enamorarse y vivir ese amor es importante porque se crean vínculos afectivos. Muchas personas crecen creyendo que es malo y después pueden tener serios problemas para relacionarse con los demás, es entonces cuando llegan a consulta.
Es igual cuando a un niño se le reprime por tocarse; el mensaje es que está mal y más si lo dice papá o mamá. Los pequeños están descubriendo su mundo y éste incluye en principio su propio cuerpo.

¿Cuando un niño está enamorado será un buen momento para hablar sobre sexualidad con ellos, entendiendo la palabra sexualidad en sus aspectos no sólo físicos, sino que le expliquen la importancia del amor, respeto, etc?
Quizá, pero siempre es un buen momento para hablar con los niños sobre sexualidad. No se debe pensar que hasta los trece años debemos informarles, a esa edad quizá el adolescente le explique al padre, aunque mal informado, sobre temas sexuales.
A los niños se les debe hablar de una manera espontánea, con terminología correcta, nada de cambiarle el nombre a los órganos sexuales, Debemos escuchar qué nos preguntan y de una manera concisa responderles. No buscar explicaciones muy largas porque luego se habla más de la cuenta y al niño ni siquiera le interesa.
La pregunta con la cual termina esta entrevista fue preguntando a Lucía la edad de su enamoramiento infantil, se sonrojó un poco y río conmigo: no lo recuerdo. Sin embargo si hacemos memoria estoy segura que todos tenemos una historia romántica en nuestra infancia ¿recuerdas la tuya?
 
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